martes, 4 de noviembre de 2014

flor de ficus

Una de las características de las especies de este género es la secreción lechosa llamada látex que segregan al cortar o herir cualquier parte de la planta. Pero el más característico es el tipo muy particular de inflorescencia que se parece más a un fruto que a unas flores habituales.
Otra característica importante del género reside en que las yemas terminales de las hojas están encerradas dentro de un par de estípulas soldadas en un principio y luego caducas.
Estos falsos frutos son una estructura especialmente adaptada que se denomina sicono. Son de forma bulbosa con una pequeña abertura, el ostíolo, en el apex y una zona hueca en el interior recubierta por pequeñas flores. Estas últimas son polinizadas por pequeñas avispas que penetran por la abertura para fertilizarlas, dando frutos diminutos con un núcleo duro (aquenios), vulgarmente llamados pepitas, rodeados de un mesocarpio carnoso; el conjunto es el «higo».
La especie Ficus carica, la higuera común, pertenece a este género. Su «falso fruto», muy comercializado, es el higo y la breva. Los «frutos» de otras muchas especies también son comestibles, aunque no se consumen extensamente.
Los higos presentan dos sexos, los hermafroditas y los femeninos. Las avispas de los higos, de la familia Agaonidae, habitan en los hermafroditas; cuando éstos maduran se aparean y las hembras salen a la búsqueda de frutos inmaduros. Penetran por el ostiolo y ponen sus huevos en los ovarios de las pequeñas flores en el interior del higo. También reparten el polen que habían recogido antes de salir del higo donde nacieron, polinizando así las flores femeninas. Después mueren en el interior del higo. Las crías se alimentan de las semillas y completan su desarrollo dentro de ellas. Los machos emergen primero, se aparean con las hembras y mueren en su interior o consiguen salir pero no pueden volar porque carecen de alas. Las hembras recogen polen de las flores masculinas que están maduras en ese momento y salen en busca de otro higo. Diferentes especies de Ficus presentan variantes de este sistema de polinización, incluso hay algunos que no requieren polinización.
Las especies tropicales fructifican continuamente, permitiendo a los animales frugívoros sobrevivir gracias a la ininterrumpida cosecha. En climas templados, sin embargo, se producen distintas cosechas y las avispas hibernan en los frutos. Los higos hermafroditas dan tres cosechas al año, mientras que los comestibles solamente dos, la primera de las cuales produce frutos más pequeños llamados brevas. Algunas de estas variedades comestibles no requieren polinización, produciendo higos sin semillas fértiles y en ausencia de hermafroditas o avispas.
Existe solamente una especie característica de avispa capaz de fertilizar las flores de cada especie de ficus, por lo que las plantaciones fuera del ámbito nativo dan como resultado ejemplares estériles. En Hawái, por ejemplo, se introdujeron 60 especies de ficus diferentes, pero solo 4 especies de avispa, por lo que únicamente cuatro especies de plantas producen semillas viables.
Los Ficus también se reproducen fácilmente por esqueje.
Existen especies tropicales de este género llamadas bibosi que viven en espectaculares simbiosis con algunas especies de palmeras llamadas motacú (Attalea spp.).
Merece una mención el Ficus religiosa que en India es considerado sagrado y también es llamado "árbol de la iluminación".

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