El perro o perro doméstico (Canis lupus familiaris) o también llamado can es un mamífero carnívoro de la familia de los cánidos, que constituye una subespecie del lobo (Canis lupus). Un estudio publicado por la revista Nature revela que, gracias al proceso de domesticación, el organismo del perro se ha adaptado a cierta clase de alimentos, en este caso el almidón. Su tamaño o talla, su forma y pelaje es muy diverso según la raza. Posee un oído y olfato
muy desarrollados, siendo este último su principal órgano sensorial. En
las razas pequeñas puede alcanzar una longevidad de cerca de 20 años,
con atención esmerada por parte del propietario, de otra forma su vida
en promedio es alrededor de los 15 años.
Se cree que el lobo gris,
del que es considerado una subespecie, es el antepasado más inmediato.
Las pruebas arqueológicas demuestran que el perro ha estado en
convivencia cercana con los humanos desde hace al menos 9000 años, pero
posiblemente desde hace 14 000 años. Las pruebas fósiles demuestran que
los antepasados de los perros modernos ya estaban asociados con los
humanos hace 100 000 años. Las investigaciones más recientes indican que
el perro fue domesticado por primera vez en el este de Asia, posiblemente en China;
sin embargo, se ignora si todos los perros domésticos provienen de un
mismo grupo o si el proceso de domesticación se repitió varias veces.
Hay aproximadamente 800 razas —más que de cualquier otro animal— que
varían significativamente en tamaño, fisonomía y temperamento,
presentando una gran variedad de colores y de tipos de pelo según la raza de perro.
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